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Después del auge de los gobiernos antineoliberales en América Latina, la derecha ha retomado la iniciativa y ha desatado una fuerte contraofensiva de restauración neoliberal. Ese movimiento ha empezado con la violencia de la oposición y el aislamiento internacional de gobierno de Nicolás Maduro, en Venezuela. Ha seguido con la victoria electoral de Mauricio Macri en Argentina. Ha continuado con el golpe en Brasil que destituyó a Dilma Rousseff. Tuvo un nuevo episodio con la derrota de la consulta popular convocada por el gobierno de Evo Morales sobre la posibilidad legal de ser candidato a un nuevo mandato presidencial. Y se ha completado con la reversión del gobierno de Lenin Moreno que, elegido por la izquierda y con el apoyo decisivo de Rafael Correa, cambió de rumbo rápidamente y adhirió al movimiento de restauración conservadora en el continente.

 

La Secretaría de Integración Social, (SDIS) en compañía de Secretaría de Seguridad, Personería, Ibines Férreo, Bogotá Limpia y la Alcaldía local de Barrios Unidos, continúan adelantando operativos dirigidos a mejorar la calidad de vida de los habitantes de calle y la seguridad de la localidad.

Por esto, llevaron a cabo el pasado 24 de julio y el 26 de julio de 2018 un operativo que permitió identificar a diecinueve personas que se encuentran en estado de habitabilidad de calle ofreciéndoles los servicios de secretaría de integración social, dando así la posibilidad de iniciar un proceso de recuperación personal, minimizando el riesgo de permanecer en calle y el daño causado por sustancias psicoactivas.

Al respecto del tema seguridad y de las condiciones de salubridad pública, se procedió a realizar el levantamiento de veintidos cambuches” que en su interior contenían material reciclado y en algunos casos, armas blancas.

• El proceso de formación e investigación participativa Patrimonios Locales, liderado por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, se extiende a Engativá, Barrios Unidos, Fontibón, Kennedy, Antonio Nariño y San Cristóbal.

 • La Alcaldía de Bogotá invita a los habitantes de estas seis localidades a unirse al ciclo de talleres y ejercicios de investigación, que se desarrollarán entre septiembre y noviembre, para reconocer las memorias, los lugares, los saberes y las prácticas tradicionales de la cultura local.

• Los interesados en participar en este programa gratuito pueden inscribirse, entre el 15 de agosto y el 15 de septiembre, en la página web www.idpc.gov.co. ¡Comparta con nosotros las historias de su localidad!

 

Bogotá D.C, 15 de agosto 2018. Los resultados logrados en materia de Patrimonio Cultural (PCI) con la participación de los habitantes de Bosa, Usme y Los Mártires –localidades donde se han identificado cerca de 45 manifestaciones culturales tradicionales y expresiones de la memoria-- motivó al Instituto Distrital de Patrimonio Cultura a extender el programa de Patrimonios Locales a seis localidades más.
Es así como, durante el segundo semestre del 2018, los habitantes de Engativá, Barrios Unidos, Fontibón, Kennedy, Antonio Nariño y San Cristóbal podrán vincularse a su propio proceso de formación e investigación colaborativa.
Durante este proceso se empezarán a identificar aquellas prácticas culturales, saberes, lugares y memorias asociadas al patrimonio inmaterial en las localidades de nuestra Bogotá diversa. El objetivo es activar la salvaguardia del PCI, fortaleciendo las capacidades de investigación y gestión local.

 

Una exitosa jornada de embellecimiento en la paralela del Canal Salitre se realizó el 30 de agosto, con el fin de mejorar los espacios que la circundan y brindarle una mejor calidad de vida a los habitantes vecinos de la misma.

El portal Bogotá Social, reitera la invitación a participar activamente en la consulta anticorrupción que se realizará el 26 de agosto de 2018. Invitamos a todos nuestros lectores y simpatizantes a votar siete veces si, todas y cada una de las siguientes preguntas. Así también transcribimos la justificación presentada a la Registraduría Nacional del Estado Civil

 

Pregunta 1. Reducir el salario de congresistas y altos funcionarios del Estado

¿Aprueba usted reducir el salario de los congresistas de 40 a 25 Salarios Mínimos Legales Mensuales Vigentes-SMLMV, fijando un tope de 25 SMLMV como máxima remuneración mensual de los congresistas y altos funcionarios del Estado señalados en el artículo 197 de la Constitución Política?

Pregunta 2. Cárcel a corruptos y prohibirles volver a contratar con el Estado

¿Aprueba usted que las personas condenadas por corrupción y delitos contra la administración pública deban cumplir la totalidad de las penas en la cárcel, sin posibilidades de reclusión especial, y que el Estado unilateralmente pueda dar por terminados los contratos con ellas y con las personas jurídicas de las que hagan parte, sin que haya lugar a indemnización alguna para el contratista ni posibilidad de volver a contratar con el Estado?

 Una apuesta por Colombia

Hace dos años, diferentes organizaciones se unieron en torno a los derechos a la salud, el ambiente sano, la alimentación adecuada, la seguridad, la soberanía y autonomía alimentarias en el país.

Organizaciones sociales, no gubernamentales, académicas y de investigación sintieron la necesidad en 2016 de crear una alianza que velara por los derechos en seguridad y soberanía alimentaria de la población nacional y generar conciencia frente a la importancia de la salud pública tanto humana como ambiental.

Ese movimiento, que nació en Bogotá, ha ido extendiéndose a lo largo del territorio nacional en departamentos como Quindío, Nariño, Cauca, Antioquia y Santander.

Asimismo, se han ido sumando organizaciones campesinas, grupos étnicos como los afrodescendientes y algunos pueblos indígenas, aportando sus conocimientos y prácticas ancestrales en materia de alimentación.

 

El Centro de Bogotá, conformado por la localidad tercera de Santa Fe y la catorce de los Mártires, en el marco de la conmemoración de los 480 años de Bogotá, recibió acciones de embellecimiento.

Cientos de personas realizaron  labores de embellecimiento con el retiro de publicidad, pintura de muros y materas, actividades de barrido y limpieza. Los habitantes en los barrios asumieron la tarea e incluso pintaron las fachadas de sus casas. Son diversas las acciones que se vienen adelantando desde hace varios meses. Se ha observado la adecuación de parques y  la lucha por el mejoramiento de la seguridad.

 

 

Sobre la importancia de la renovación del centro el Alcalde Local de Santa Fe Gustavo Niño F, indica: “ La ciudadanía puede volver al centro, porque hemos empezado a transformarlo para que sea mucho mas seguro y mucho mas  agrabable y para que cuente toda la historia de la ciudad y sobre todo para que sea el sitio turístico más importante de nuestro país… que el centro sea motivo de orgullo”

La Alcaldía Local de Engativá sigue trabajando para mejorar la malla vial de la localidad en cabeza de la Alcaldesa Ángela Vianney Ortíz Roldán.

La carrera 81 entre calles 80 y 75 en el barrio La Graja no era intervenida hace más de 20 años. Esta alcaldía decidió intervenirla por la importancia para los vecinos, el comercio y la movilidad del sector.

Con una inversión de 4 mil millones de pesos, la Alcaldía Local hará una reconstrucción total de la vía, renovación de redes de alcantarillado pluvial y sanitario y la construcción total del espacio público respetando todos los lineamientos técnicos.

 

¿Cómo proyectamos una imagen de futuro de la izquierda en estas ciudadanías etéreas que produce el colonialismo 2.0, capaces de movilizarse por el maullido de un gato pero anestesiadas frente a la muerte o el hambre de millones de seres humanos? ¿Cómo nos comunicamos con los jóvenes que tienen incorporados en su ADN la cultura digital? ¿Cómo comunicamos la política para que no sea una abstracción o un bostezo?

Desde la década del 90 del siglo pasado, Herbert I. Schiller daba por sentado la existencia de un “Imperio Norteamericano Emergente”, cuyos misioneros viven en Hollywood. “Es un imperio con un mínimo de substancia moral, pero Hollywood es solo la zona más visible de ese imperio. Existe ya una amplia y activa coalición de intereses gubernamentales, militares y empresariales que abarcan las industrias informáticas, de la información y de medios de comunicación. La percepción del mundo que tienen estos actores es decididamente electrónica.”[1]

En Uruguay ningún actor o sector político se reconoce públicamente de derecha. Eso no significa que no exista ni, mucho menos, que haya que recurrir a variables académicas o escalas “de cero a diez” para reconocerlas. Existe hoy y existió antes, aunque no se animen a reconocerse de esa forma.

Sanguinetti, quien fuera por dos veces presidente de la República, acuñó en el debate nacional -allá por los años noventa- la idea de “familias ideológicas”, según la cual el país se dividía en dos. Por un lado, el Partido Colorado y el Partido Nacional, los denominados partidos tradicionales, quienes gobernaron desde los inicios de la República hasta el años 2005 y, del otro lado, la izquierda, es decir el Frente Amplio (FA), partido creado en 1971 unificando a los distintos grupos de izquierda y, también, a partir del desprendimiento de sectores progresistas de los partidos tradicionales. Esta es una buena forma ya de prefigurar la separación entre la izquierda y la derecha en la política uruguaya.

La camaleónica derecha tradicional

En la actualidad, la derecha política está representada por los partidos tradicionales, aunque se reconozca en esos partidos sectores que realmente podrían sentirse muy incómodos con esa referencia. Pero también por un nuevo partido que aunque no participó en las elecciones nacionales de 2014 y hoy tiene representación parlamentaria, el “Partido de la Gente”, del que hablaremos más adelante.

Como se dijo, nadie se “pone el gorro de la derecha” en Uruguay. Dentro del Partido Nacional conviven dos grandes corrientes el “herrerismo” y el “wilsonismo”, y esta última reclama para sí una identidad más progresista. Sin embargo, y por poner un ejemplo, quien es el representante más reconocido de esa corriente, el senador Larrañaga del sector Alianza Nacional, está promoviendo una reforma constitucional a tono con otras de la región, que propone entre otras cosas que los militares puedan realizar tareas internas de apoyo a la policía[i]. Sin embargo, el herrerismo no acompaña, por ahora, esa opción. Tampoco lo hace ningún otro sector de la oposición, aunque ya algunos integrantes del Partido Colorado se van sumando. Habrá que ver cómo se mete en la campaña electoral del año próximo y allí se verán los apoyos que le puedan llegar a dicha propuesta.

El herrerismo está hoy representado por el hijo del ex-presidente Lacalle. Durante su Gobierno se promovieron las políticas privatizadoras de los 90, y también cuenta en su historial con el último asesinato por parte de las fuerzas policiales en una manifestación política. Tienen en la agenda latinoamericana una parte importante de su discurso internacional, atacando permanentemente a Cuba o felicitando el golpe que destituyó a Dilma, en Brasil.

Por otro lado, el Partido Colorado -quien gobernó durante la mayor parte de la historia nacional- hoy es un partido disminuido. Sin embargo, sigue jugando en la “cancha grande”. Su último líder en las dos últimas elecciones es el hijo del dictador Juan María Bordaberry, que inició la última dictadura cívico-militar en los años 70. Hoy anuncia su retiro de la política y el espacio que deja está intentado ser ocupado por Sanguinetti, aquél de las familias ideológicas de los 90.

Hace unas semanas el propio Sanguinetti convocó a una reunión entre los líderes del Partido Nacional, en clara señal de rescatar a la “familia”. Si lo que los une es la ideología, lo que les motiva es volver al Gobierno. Y Sanguinetti, con este cónclave, pretende avanzar en la posibilidad, aún remota, de una unidad superior a ambas divisas que los reúna para enfrentar a la izquierda. Eso parece lejos, pero desde ambos partidos existen corrientes que lo impulsan.

Un tercero con pinta de outsider

La Concertación fue un intento de hacer participar a los partidos tradicionales bajo un mismo lema electoral, que se presentó en las elecciones departamentales del 2015. Nació con resistencias en ambos partidos y ahora es un partido nuevo, llamado Partido de la Gente. Se presenta desde fuera del mundo político aunque sus referentes son hoy, principalmente, dirigentes de los otros partidos que se sumaron. Quien aparece cómo líder del Partido de la Gente es un gran empresario, muy a tono con otras propuestas políticas de la región y el mundo. Los empresarios devenidos en políticos que aterrizan con sus millones a hablar de “nueva política” o de la política como empresa. Nada nuevo, realmente; y claramente de derecha.

Contra qué pelea la derecha.

Lo primero es contra el Frente Amplio. Pretenden, como principal objetivo, remover al FA del Gobierno. Mientras, se van oponiendo de forma conjunta o alternada a las distintas políticas impulsadas por el Gobierno pero, en particular, todos al unísono entonan el coro de “la inseguridad”.

Se oponen a la denominada agenda de derechos, a las políticas sociales en general y a las de transferencia económica en particular. Se han opuesto a la legislación laboral promovida por el FA, especialmente la de los trabajadores rurales o del trabajo doméstico. Han defendido los privilegios de las jubilaciones de militares e históricamente han procurado enterrar la lucha por verdad y justicia frente al terrorismo de Estado de la última dictadura cívico militar.

En lo exterior se identifican con Macri, con Temer, con Piñera, con Rajoy, etc.: si bien no se animan a autoidentificarse públicamente, “por sus abrazos los reconoceréis”.

Una bocanada de derecha, no partidaria.

La derecha en Uruguay no sólo no se autoidentifica como tal sino que, a diferencia de otros países, no ha contado con expresiones sociales importantes, más allá de lo que puedan representar en sí las históricas cámaras empresariales.

Pero el 2018 trajo novedades. El 23 de enero surgió un movimiento autodenominado “Autoconvocados” luego llamado “Un Solo Uruguay”. Convocó a una movilización contra el Gobierno, aupando reivindicaciones económicas que afectaban a sectores productivos de la agroindustria. Los impuestos, el precio de la energía y el valor del dólar fue la tríada tras la que se encolumnó la consigna “rentabilidad o muerte”, sin desdeñar el sempiterno “Bajar los costos del Estado”.

La movilización se organizó fuera de las históricas asociaciones empresariales del sector rural, pero tuvo su apoyo, como el del resto del universo de Cámaras. Incluso en organizaciones de profesionales se discutió la posibilidad de apoyar la movilización. Pero, sobre todo, contó con el respaldo de la asociación de los grandes medios de comunicación que transmitieron el evento casi como si fuera cadena nacional.

Es cierto que últimamente han señalado que son una organización política pero no una organización partidaria. No obstante, sus referentes visibles y su simbología enuncian claramente su pertenencia a la “familia ideológica” de la derecha.

Hace pocos días, mientras los trabajadores de una estación de servicio (gasolinera) del interior del país realizaban una asamblea, un grupo de personas acudió de forma organizada -un grupo que preparaba una movilización de Un Solo Uruguay para los días próximos- intimidaron a los trabajadores al grito de “váyanse de acá” y otras referencias alusivas contra los trabajadores organizados y contra el Frente Amplio.

Por último, señalamos dos elementos más en este intento de visualizar las derechas no partidarias. A fines de junio un militar retirado fue procesado por vandalizar monumentos conmemorativos y recordatorios de acciones de detención, tortura y asesinato durante la última dictadura, llamadas “placas de la memoria”. Por otra parte, integrantes de los partidos tradicionales organizaron un patrullaje civil en algunas localidades, vistiendo chalecos antibalas y portando armas. Las expresiones más peligrosas de la derecha van perdiendo su timidez.

A modo de cierre

En Uruguay la derecha existe y está bien presente. Como en los tiempos previos a la última dictadura militar, expresiones no partidarias de grupos de derecha comienzan a procurar su espacio, provocando a los partidos tradicionales a ir asumiendo posturas de derecha más claras.

A poco más de un año de las elecciones presidenciales, las expresiones de derecha han abierto un abanico amplio, tanto a nivel partidario como en expresiones sociales y gremiales. El escenario regional más próximo los alienta, y no logran tragar todavía que el Frente Amplio, como expresión de las izquierdas, gobierne.

 

[i]https://www.elobservador.com.uy/larranaga-lanzo-la-campana-vivir-miedo-combatir-la-inseguridad-n1234353

 

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