¿Ahora que más sigue?
Pero todo no queda ahí, siendo la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá ESP, una de las empresas más importantes del país, que incluso se encuentra entre las semifinalistas al premio de Andesco por la sostenibilidad dentro de la categoría de las empresas más grandes y que además, es fundamental para la Ciudad y once municipios más que se benefician de ella, ésta Administración no se preocupa por la bioseguridad de sus trabajadores, seguramente piensa que los funcionarios son de palo y no están en riesgo de contagio, ya que no existe el suministro adecuado y oportuno de los tapabocas, alcohol ni gel desinfectante, no existe el control de temperatura ni la desinfección a los trabajadores cuando salen o regresan de terreno, mucho menos se preocupa por aquellos funcionarios que están trabajando en casa.
Ahora, cuando se prepara para el reingreso de trabajadores que desempeñarán sus funciones de manera presencial, las medidas de bioseguridad que están implementando son paupérrimas y vergonzosas, no cumple con el estándar del nivel de una entidad como la nuestra, y mucho menos, con las normas que garanticen la salud y el bienestar del funcionario y de los usuarios, como se muestra en la siguiente imagen.
Se evidencia que no existe desde Salud Ocupacional políticas óptimas de bioseguridad, ni le exige a la ARL Positiva, como tampoco a la EPS Compensar, hacer presencia en los diferentes puestos de trabajo para valorar las condiciones en que se encuentran laborando los funcionarios en los diferentes puestos, como tampoco ha dispuesto de un sitio adecuado y dotado para atención en caso de que alguno de ellos resultare positivo, aislar y controlar los posibles contagios.
Cuando los trabajadores van a las oficinas se encuentran con un panorama desolador y si tratan de comunicarse por las líneas telefónicas llámese fijas o celular, nadie contesta al otro lado para atender sus inquietudes y recibir las orientaciones adecuadas.
Las diferentes medidas que la EAAB ESP ha venido tomando son arbitrarias y violatorias de la Convención Colectiva de Trabajo y de los Convenios Internacionales de la OIT, vulnerando de esta manera los derechos de los trabajadores y desconociendo a la Organización Sindical Sintraemsdes Subdirectiva Bogotá, como representante legal de los mismos.
No somos robots, somos personas de carne y hueso que exigimos respeto por nuestros derechos y nuestras vidas. En casa, nuestras familias nos esperan, ellas también nos necesitan.
Dado que esta Administración no muestra sus buenas intenciones para con la Empresa y sus trabajadores, nos declaramos en estado de alerta máxima y estaremos atentos a las orientaciones que emita la Organización Sindical, en pro de hacer respetar y defender nuestros derechos laborales y colectivos que no han sido gratis, han sido resultado de la lucha de 83 años de historia.
Fotografía: Embalse San Rafael