Antiguamente conocido como Vicachá, el Río San Francisco atraviesa La Candelaria desde los cerros orientales convertido en agua cristalina desde su nacimiento, pasando luego por 16 hermosas cascadas hasta desembocar en el Río Fucha. Lamentablemente la inconsciencia social hace que en su recorrido, el ser humano contamine sus aguas arrojando desperdicios, ropa usada, elementos de plástico, vidrio, cartón e icopor, entre otros materiales, máxime ahora que ha aumentado su caudal con la llegada del invierno.
“Cerca de una tonelada de desperdicios logramos extraer este sábado del Río San Francisco, pero es apenas un esfuerzo más, ya que tenemos que seguir haciendo este ejercicio. Vamos a tratar de hacer, ojalá cada 15 días, una jornada especial de limpieza con la colaboración de cada una de las universidades del centro, lo cual garantizaría la rehabilitación este recurso natural, y de esta manera posibilitar la puesta en marcha del proyecto de corredor turístico y ecológico que tenemos proyectado para el inmediato futuro”, explicó el alcalde local de La Candelaria, Edilberto Guerrero Ramos.