Los únicos que se salvan de esta restricción son los vehículos de transporte público colectivo y de carga que estén dentro del programa de autorregulación de la Secretaría de Ambiente, además de los vehículos particulares.
Según la SDA, diariamente en Bogotá dejan de circular cerca de 1.800 vehículos por Pico y Placa Ambiental.
“En Bogotá, las fuentes móviles como lo son los buses, busetas, colectivos y automotores son responsables del 60 por ciento de la contaminación por material particulado (polvo, hollín y humo), por lo cual es importante reforzar el control a los que no acatan las medidas y a los que arrojan bocanadas de humo en las calles”, manifestó Édgar Rojas, subdirector de calidad del aire, auditiva y visual de la Secretaría de Ambiente.
El Pico y Placa Ambiental fue reglamentado mediante el Decreto 174 de 2006, que adopta medidas para reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire en el Distrito Capital. El año pasado se impusieron 394 comparendos por no acatar esta medida.
Para imponer esta medida de control ambiental, las autoridades se basaron en los factores de contaminación atmosférica de las localidades de Puente Aranda, Kennedy y Fontibón, especialmente entre las 6 de la mañana y las 12 del medio día, cuyo pico más alto se alcanza alrededor de las 9 a.m.