Miércoles, 08 Mayo 2024

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CHINA DESPERTÓ

May 08, 2024

“Dejad dormir a China, porque cuando China despierte el mundo temblará” es una frase atribuida a Napoleón Bonaparte, que el depuesto emperador habría pronunciado en 1816 en Santa Helena, después de leer la Relación del viaje a China y a Tartaria del aristócrata irlandés Lord Macartney.

En 1973 Alain Peyrefitte, cercano colaborador del General de Gaulle, utilizó la segunda parte de la oración como título de un libro que se transformó en un clásico de la literatura política mundial. Ya he comentado que la edición francesa vendió más de 885 mil ejemplares. Nadie que pretenda comentar algo relativo al Imperio del Medio puede, decentemente, ignorar ese trabajo.

Lo cierto es que China ‘despertó’, si nos referimos a su desarrollo económico, a su fortaleza financiera, a su dominio de las más recientes tecnologías, a la creatividad de su ciencia, a su actividad diplomática y –last but not least– a su poderío militar.

Peyrefitte describe, en las casi 500 páginas de su ensayo, el estado en que se encontraba China en ese momento. No puedo reproducir aquí ese texto, pero puedo resumir, gracias al monumental trabajo del historiador británico Antony Beevor (La Segunda Guerra Mundial - Londres 2012), el estado de la China –país eminentemente campesino– que Mao conquistó el 1º de octubre de 1949.

“Para el campesinado chino el sufrimiento no tenía nada de nuevo. Conocía demasiado bien la hambruna que sucedía a las inundaciones, a la sequía, a la deforestación, a la erosión del suelo y a las depredaciones de los ejércitos de los señores de la guerra. Vivían en endebles casas de tierra y sus existencias estaban afligidas por la enfermedad, el analfabetismo, las supersticiones y la explotación de propietarios que exigían alquileres de entre la mitad y los dos tercios de las cosechas”.