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El 31 de octubre de 2018,  el gobierno presentó una reforma tributaria para obtener $14 billones, que seguramente si nos mantenemos congelados nos tocará pagar a los pobres, asalariados, pensionados  y la clase media. Este 8 de noviembre se desarrollan marchas en todas las ciudades y los motivos tienen fundamento.

Iván Duque le mintió a los colombianos, y en campaña presidencial, con el argumento de que no aumentaría los impuestos, se ganó la simpatía de 10 millones de colombianos que le creyeron. Alienados por el miedo al castrochavismo, propaganda promovida por RCN y CARACOL, de bruces humildes parroquianos, cristianos de ésta patria del sagrado corazón cayeron en la trampa.

Las reuniones con los representantes de los empresarios, de Asofondos y de la banca, los grandes financiadores de la campaña, hacían previsibles el impulso de nuevas acciones;   se venía una reforma tributaria regresiva y otra pensional y laboral  con grandes consecuencias y seguramente más micos en el próximo plan de desarrollo para hacer realidad los sueños de los dueños del sistema financiero.

 

(Fotografía: Rodrigo Acosta B, marcha contra la reforma tributaria, Plaza de Bolívar de Bogotá, 2018)

 

Veamos un breve análisis sobre las consecuencias y el carácter regresivo, de la reforma tributaria, mal llamada de “financiamiento para el restablecimiento del equilibrio del presupuesto nacional”. Descargar en los siguientes  links tanto el texto del proyecto de Ley como la exposición de motivos. 

 

 

 

QUIÉNES SON LOS GRANDES RENTISTAS EN COLOMBIA:

Se espera que a final del 2018 los dueños de los bancos (que caben en los dedos de una mano) obtengan por utilidades la suma de $35 billones de pesos, de un patrimonio atesorado  por $1.628 billones al 2018, con rentas fruto de la especulación de las altas tasas de interés que le cobran a los colombianos; esas utilidades de un solo año, representan  el doble de lo que se quiere obtener por la reforma tributaria.

Al lado de ello,  éste año las 5 personas mas ricas de Colombia quienes acumulan un total de US$25,1 billones de dólares es decir, $75.300 billones de pesos tendrán utilidades casi libres. Una acumulación de la riqueza exorbitante y en crecimiento, ellos  poseen más de 20.000 veces, lo que se espera recibir por la reforma tributaria. Si se les aplicara a ellos una retención en los dividendos de las acciones, del 30% (que la reforma propone contra trabajadores y  pensionados de clase media, que obtengan más de $5,5 millones), deberían pagar $677, 7 billones de pesos, que representa más de 48 veces la reforma tributaria (con cálculos de solo una utilidad anual del 3% sobre ese capital, las utilidades serían del $2.259 billones de pesos y por el  impuesto del 30% sobre esa renta da un pago de $677,7 billones de pesos).

Pero el presidente Iván Duque y su subalterno ministro de Hacienda Carrasquilla no quiere tocar a sus financiadores de la campaña y para ello arman una reforma tributaria regresiva que aumenta la base del IVA al 85% de la canasta familiar y gravan los ingresos de los trabajadores y de nuevo contra las mesadas de los pensionados quienes ya pagaron durante sus años de servicios los impuestos correspondientes.

La estratagema que armó el Centro Democrático y sus aliados intenta llegar a lo siguiente: Duque Carrasquilla presentan la reforma, Uribe sale a decir no al IVA, negocian la mayoría del IVA de  productos,  y de paso imponen todo el paquete de los impuestos a los asalariados,  pensionados y clase media.

 

Lo que no se le dice a los colombianos es que el recaudo tributario ha caído a causa de los problemas estructurales de la economía, por la imposición del modelo neoliberal que inició Cesar Gaviria, la propiedad se concentra en manos de pocos, no se incentiva la industria nacional, se imponen los tratados de libre comercio, ha bajado la productividad, se privatiza y desnacionaliza la propiedad y baja el empleo.

 

A falta de ingresos, entonces el país se viene endeudando, a tal punto que el servicio de la deuda (pago de intereses y amortizaciones) alcanza el mayor porcentaje dentro del presupuesto nacional del año 2019, con el 26,7% equivalente a $66,4 billones de pesos; y los recursos de capital solo son de $65 billones, o sea el 35% del ingreso; se aumenta el presupuesto de guerra y se endeudará el país con otros $20 billones más, mientras se abandona las universidades públicas y la cultura.