Jueves, 02 Mayo 2024

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Un rescate de las tradiciones culturales, autogestión comunitaria y el apoyo de la Alcaldía Local de SantaFe y el IDRD

Durante los días, 9 y 10 de noviembre sobre la calle 32 con carrera 4, en pleno centro de Bogotá, en la Perseverancia, el Barrio Obrero, se realiza el Festival, la ciudadanía se encuentra invitada a realizar el "gasto" apoyar la cultura y disfrutar unos momentos de esparcimiento.

El maíz la planta legendaria, sustento alimentario de nuestra población, es la base de la chicha, y su consumo es ancestral, y costumbre de nuestros aborígenes muiscas y de las culturas de los territorios de Colombia, Ecuador, Venezuela y Perú; proveniente de México.
Los muiscas en la sabana cundiboyacense preparaban platos con maíz molido, atados y tamales y la bebida principal era la chicha, calificada por los invasores españoles como el vino de los indios, rechazada en su consumo por estar relacionada con las costumbres y rituales indígenas.

Hacia 1700 se le tenía prohibición y castigo hasta con la excomunión y se le calificaba como un brebaje infernal, pero los indígenas resistieron por que la chicha era y es representativa de su identidad y propiciaba espacios de socialización.

La chicha aún hoy es la bebida normal de nuestros campesinos, y en la Perseverancia por años, las chicherías han sido tradicionales y motivos de puntos de encuentro social.


Hacia los años 40, La policía por orden ejecutiva, perseguían a sus productores artesanos de los barrios fundacionales.
Y es que precisamente, allí en los alrededores de la cancha de tejo donde jugaba Jorge Eliécer Gaitan, se desarrollaban múltiples chicherías, que empezaron a ser cerradas, con el argumento que enferman la gente de la cabeza. El Ministro de higiene en 1948 ordenó el cierre de las chicherias; la estratagema buscaba darle espacio a la naciente industria de la cerveza y su excluyente monopolio.

La chicha fue prohibida, pero su gente seguía consumiéndola y produciéndola para su venta.