Al observar el crecimiento exponencial de las personas que día a día, continuamos protestando contra el Estado colombiano, llama la atención:
1. Que sí bien la convocatoria de paro del 21 de noviembre del 2019, tuvo un marco de referencia en cuanto a quienes lo convocaron y por ende a esa fecha eran los líderes indiscutibles, al día de hoy, la situación ha variado, hasta el punto que la concentración de las multitudes de ciudadanos ha superado ese liderazgo que convocó a la protesta, en el entendido que estamos, por lo menos en Bogotá, frente a una masiva participación de ciudadanos en distintos puntos de la geografía, sin un referente tradicional de convocatoria.
La anterior situación, nos lleva al plano de reflexionar ¿Hacia dónde van las protestas? ¿Solo tenemos claro que es lo que queremos, por el principio básico del estado necesidad, pero no tenemos claro como conseguiremos que el Estado se interrelacione y se adecue a estas exigencias?
Son estas preguntas reflexivas, que debemos necesariamente tratar de contribuir a resolver, más cuando LOS CONVOCANTES AL PARO DEL 21 DE NOVIEMBRE, no han podido asumir una táctica y estrategia, para convertirse en los lideres en la conducción del clamor de cambio.
Manifiesto esto, con base en que:
a) Las más de cinco concentraciones diarias que se han presentado desde el 21 de noviembre del 2019, en la ciudad de Bogotá y en otras ciudades, se han desarrollado alrededor de la interrelación de las necesidades que todos compartimos, pero a la hora de concentrarnos, no se presentan espacios de deliberación ciudadana, donde nos nutramos colectivamente, solo quedamos en la manifestación del dolor que tenemos por éste Estado indolente y de espaldas a la ciudadanía.
b) Cuando uno de los que hace parte del núcleo de sectores y dirigentes que convocaron al paro del 21 de noviembre del 2019, intentó mofar de adueñarse del liderazgo de las protestas subsiguientes que, no contaban con su visto bueno, la respuesta a ese tipo de liderazgo, por parte de la ciudadanía, fue contundente, no tenemos jefes, caudillos y mucho menos líderes y peor aún, si ese sujeto hiciera parte de alguna mesa de concertación, su papel sería funesto para las expectativa de las masas, puesto que durante los últimos veinte años, donde han fungido como Presidente de la CGT, ha demostrado que no es más que un vividor del movimiento social, que no ha entendido que el repudio a la relección presidencial, también los toca a ellos como dirigentes sindicales, que no entienden que también a ese sector del movimiento social hay que democratizarlo.
2. Por otra parte, frente a la continuidad de las protestas ciudadanas a lo largo de los próximos días, comprendemos la mayoría de los marchantes que;
2.1. La Convocatoria a una convención Nacional, como propuesta del Gobierno Duque, para supuestamente escucharnos, no dejar ser una respuesta incoherente, en el entendido que creer que reuniéndose con los alcaldes y gobernadores electos el 27 de octubre del 2019, producto en su gran mayoría, de lo aceitoso y espurio del sistema electoral colombiano, no dejar de ser iluso, pretender desde el Gobierno que las protestas cesen, sin que seamos realmente escuchados y se materialicen nuestras exigencias en cambios constitucionales.
2.2. Si no hay respuesta concreta que materialicen las exigencias democráticas, es evidente que no hay respuesta a los reclamos sociales del pueblo.
2.3. Al no haber respuestas concretas, que necesariamente deben ser tramitadas ante el Legislativo, no hay solución al justo reclamo social presentado.
2.4. Pretender como algunos dirigentes de movimientos políticos, de desestimar que la materialización de las soluciones a las exigencias presentadas, no deben tramitarse como reformas constitucionales, sino legales, es desconocer que la Constitución de 1991, no es la misma hoy, después de más de cuarenta reformas acomodadas, DESPLEGADAS POR LOS LOBBYLLEROS DE SARMIENTO ANGULO, EN LA PRESIDENCIA Y EN EL LEGISLATIVO.
Por estas razones por vía netamente de proyectos de ley, no se pueden echar hacía atrás reformas constitucionales, que hoy son las que sostienen el origen de nuestros reclamos ciudadanos, por ejemplo; el acto legislativo No 001, sobre pensiones del año 2005, que acabo con la mesada catorce, el acto legislativo de sostenibilidad fiscal, que ha impuesto los limites económicos para la materialización de mucho de los derechos que hoy reclamamos, entonces si las reformas no son constitucionales, y no se plasman en el texto constitucional, no habrá respuesta material y concreta a las exigencias democráticas de los que hoy protestamos como ciudadanos, por eso se insiste en que debe ser una ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENYTE, la que materialice como orden supremo los derechos que hoy reclamamos.
Por último, se hace indispensable en ir pensando en alguna metodología democrática que ayude a organizarnos mejor de lo que estamos, en el desarrollo de las protestas democráticas, ante lo que se propone:
Que cada concentración ciudadana, la convirtamos en una GRAN ASAMBLEA CIUDADANA, donde compartamos nuestros sentires, en las distintas formas como las vemos.
Que el compartir esos sentires, nos lleve a deliberar cuáles serían las propuestas, para dar solución a nuestros reclamos.
Que este ejercicio sea permanente y cada vez que nos concentremos.
Escrito por NIXON TORRES CARCAMO – Twitter: @jusquik