La construcción de la segunda fase de la planta se desarrollará en el marco del megaproyecto de Adecuación Hidráulica y Recuperación Ambiental del Río Bogotá.
El próximo lunes 03 de abril, el Consorcio Expansión PTAR Salitre, seleccionado mediante licitación pública internacional por la CAR Cundinamarca para ejecutar el Proyecto de Ampliación y Optimización de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales El Salitre, dará inicio a las obras preliminares de una de las construcciones más relevantes de la ingeniería colombiana, que generará un impacto positivo en el camino hacia el saneamiento de nuestro Río Bogotá.
El mejoramiento del ambiente y la calidad de vida de la población, así como la generación de condiciones para un futuro desarrollo económico y social armónico en torno al afluente, son solo algunas de las ventajas de la construcción de la segunda fase de la planta. La gran meta es lograr que el Río Bogotá alcance niveles de descontaminación que permitan reutilizar su agua tratada en actividades agrícolas y pecuarias, beneficiando no solo a los más de 8 millones de bogotanos sino también a los habitantes de la cuenca del río.
Este proyecto, que cuenta con el acompañamiento técnico del Banco Mundial y que actualmente se encuentra en su fase de validación de diseños, permitirá tratar un caudal de aproximadamente 605 millones de litros diarios de aguas residuales domésticas provenientes del norte y centro de la ciudad -cantidad suficiente para llenar cerca de 242 piscinas olímpicas en un día- mediante un proceso de lodos activados con decantación secundaria.
Es de resaltar que la PTAR El Salitre en la actualidad trata sólo 4 m3/s de aguas residuales domiciliarias; con la ampliación en capacidad de tratamiento y la optimización de su infraestructura, pasará a intervenir más de 7 m3/s. Así mismo, mediante un proceso más avanzado estabilizará los lodos logrando la degradación de la materia orgánica, convirtiéndola principalmente en gas metano, el cual se aprovechará para suministrar alrededor del 30% de la energía que requiere la planta para su funcionamiento.
Serán un total de 60 meses de proceso continuo para cumplirle a la ciudad; cuatro años de construcción y uno más de transición y entrada en operación, que permitirán dar cumplimiento al fallo del Consejo de Estado y entregar la obra pública que transformará sustancialmente la historia del Río Bogotá y que a su vez será determinante para el saneamiento del Río Magdalena, principal fuente hídrica de Colombia, pues, aunque no es su afluente principal, si es el que más lo contamina.
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