Las actividades, fundamentalmente ferias y actos en defensa de las selvas, tuvieron lugar en su mayoría en los estados de Acre, Amapá, Amazonas, Pará, Rondonia, Roraima, Tocantins, Maranhao y Mato Grosso, habitados por unas 25 millones de personas que sufren el impacto directo de la destrucción de los bosques.
La exmnistra del Medio Ambiente y excandidata presidencial Marina Silva, una ferviente defensora de la Amazonía, dijo a Efe que “es un 5 de septiembre para estar preocupados”, por la probable aprobación este año en el Senado de una reforma del Código Forestal que regula el uso del suelo desde 1965.
La polémica reforma plantea normas que, según Silva, “favorecerán la deforestación” en favor de un supuesto desarrollo y además ofrece amnistías a los responsables de la destrucción ocurrida hasta ahora.
Silva recordó un reciente sondeo de la empresa Datafolha que dice que el 79 % de la población se opone a la reforma y desea un mayor debate sobre un asunto que, en su opinión, pone “en riesgo” los avances de un país que, en la última década, redujo las tasas de deforestación en un 80 %.