Protestas en Francia: días cruciales
Octubre 18 de 2010
http://www.theprisma.co.uk/es/2010/10/18/protestas-en-francia-semanal-crucial/
Más de 2500 estaciones de gasolina están secas debido al bloqueo de los depósitos petroleros. La ola de manifestaciones y de movimientos de protesta que convulsionan Francia desde el mes de junio contra la reforma del sistema de pensiones del presidente Nicolas Sarkozy no cesa de crecer.
Manuel Salamanca Huertas – Corresponsal en Paris
La ciudad más afectada por el movimiento es Marsella, en donde las manifestaciones de protesta contra la reforma del sistema de pensiones es cotidiana.
Nicolas Sarkozy, desde Deauville y acompañado de la canciller Merkel, declara que “la reforma es inevitable puesto que es un compromiso de Francia con Europa. Nuestros amigos alemanes ya la hicieron; ahora nos toca a nosotros.” Llamando al mismo tiempo a la responsabilidad y al respeto de la democracia.
Ayer los sindicatos y comités de huelga se concentraron en la preparación de la manifestación de este martes que se anuncia gigantesca. La sexta de la serie. Ya veremos.
La huelga hasta el domingo
Los hechos hablan por sí solos, del reporte haste este domingo pasado: las centrales sindicales mantienen un frente unitario, algunos sectores importantes de la industria se encuentran paralizados. Según la sección del sindicato CGT de la firma TOTAL , desde 1968 no se habían vuelto a ver las 12 refinerías metropolitanas paralizadas y el riesgo de escasez de combustible se precisa en los servicios públicos.
Igualmente, 120 administraciones locales están perturbadas, tal como ocurre en Marsella o Paris, en donde los recolectores de basuras se declararon en huelga. En el transporte público urbano los paros se multiplican, y a lo largo de esta semana, los jóvenes de liceos y universidades se han venido sumado al movimiento. Tal es así que más de 900 establecimientos se han visto afectados por los acontecimientos, entre ellos 500 que se hallan completamente paralizados.
Todo esto sucede ante la actitud del poder que se muestra inflexible tergiversando con todo tipo de artificios y maniobras la realidad, esperando así debilitar el movimiento y romper la unidad.
El pasado sábado 16 de octubre los manifestantes confirmaron una vez más su determinación: 250 cortejos representando tres millones de personas desfilaron por las calles de numerosas ciudades y poblaciones de Francia expresando su rechazo a esta ley de reforma y exigiendo su retiro.
Se cuestiona
La reforma es profundamente injusta, pues hace que todo su peso recaiga sobre los hombros de los asalariados. Lo cierto es que ante los ojos de la opinión pública, aparece no como una solución al déficit del sistema de pensiones, sino como una serie de medidas que obedecen a los intereses de los grupos financieros y de las grandes fortunas.
Nadie puede negar que 85% del costo de la reforma será pagado por los asalariados y solamente 15% por el capital. La ley ya fue votada en la Asamblea de los Diputados y se encuentra ahora en examen en el Senado, que la estaría votando el próximo miércoles 20 de octubre.
La ley estipula en una de sus disposiciones más drásticas y retrogradas el paso de la edad legal de la pensión de 60 a 62 años. Pero más allá, lo que busca el gobierno de Sarkozy es acabar con las conquistas sociales de los trabajadores alcanzadas en arduas luchas entre los anos 1968 y 1983.
Se trata de la ruptura del sistema de repartición de riquezas. La reforma del sistema de pensiones llega después del desmantelamiento del sistema de salud, de la educación, de los servicios públicos. Queda por saber quién logrará apoderarse de esta enorme masa de dinero que representan las cotizaciones de los trabajadores. El objetivo claro es el de arruinar el sistema de repartición actual para así obligar los asalariados a acudir al sistema de capitalización, es decir, a los fondos de pensión.
Esta semana se anuncia todavía más efervescente: desde ahora una nueva manifestación nacional ha sido convocada para el martes 19. Este lunes el sector de los camioneros anuncia nuevas operaciones de bloqueo de rutas y de sitios económicos estratégicos, y para el miércoles las centrales sindicales llaman al sector del transporte aéreo a sumarse masivamente a la ola de protesta.
Sin duda estamos asistiendo en Francia a una confrontación cuyo desenlace tendrá una profunda repercusión sobre loa luchas futuras del movimiento sindical y social en Francia y en Europa. En todo caso, vientos de lucha y resistencia a las políticas neoliberales se desatan en la vieja Europa.