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Lo que la SIP no analiza

Ago 15, 2012

Quito (Pichincha).- Nuevamente la Sociedad Interamericana de Prensa vuelve a criticar y rechazar una decisión soberana del Gobierno de Ecuador y sale en defensa de los medios de comunicación mercantilistas, a quienes representa, en su calidad de agrupación regional de dueños y empresarios de los medios mercantilistas.

El miércoles 1 de agosto, la SIP publicó un comunicado de prensa en el cual rechazaba la decisión gubernamental del Gobierno ecuatoriano presidido por Rafael Correa, de retirar unilateralmente la publicidad estatal de varios medios de comunicación privados.

El Presidente había retado hace algunas semanas a que estos medios remitan una carta renunciando a dicha publicidad, y finalmente el anuncio lo efectuó durante su reciente Enlace Ciudadano 282, tras escuchar que el presidente de la Asociación de Editores de Periódicos (AEDEP), Diego Cornejo, reconocía que es la lógica del negocio lo que prevalece en estas empresas dedicadas a proveer un derecho público como la información.

El martes 31 de julio, durante un conversatorio con los medios de comunicación de Guayaquil, el Mandatario hizo una propuesta pública a estos medios consistente en permitir la contratación de publicidad gubernamental a cambio de eliminar la programación  violenta que se transmite en estos medios. “Hagámoslo siempre y cuando, junto con el sector privado, lleguemos a un acuerdo: No financiar esos programas llenos de violencia que nos presentan en televisión”, dijo.

La carta de la SIP fue publicada un día después de este anuncio, pero no contiene comentario alguno que apoye o rechace la propuesta del Presidente, cuya omisión definitivamente descontextualiza su contenido que –en efecto- ahora propone otro escenario y reto a los medios.

La SIP, cuya sede está en Miami, manifestó además preocupación por el allanamiento y embargo de los bienes de la revista ‘Vanguardia’ y las amenazas de cierre contra la organización Fundamedios. Pero no  analizó las causas judiciales y el panorama legal de estos hechos.

Tampoco ha dicho una sola palabra sobre las denuncias de la madre del fundador de Wikileaks, Julián Assange, Christine, con respecto a un posible reclutamiento de periodistas por parte de ciertas agencias de inteligencia de los Estados Unidos para tareas de espionaje.

Asimismo ha callado acerca del papel de las Ong´s financiadas por la Usaid y la prensa privada en los intentos de desestabilización y los golpes de estado de los países de Gobiernos progresistas de la región.  Y ha decidido no emitir “quejas” o “rechazos” que sostengan su constante preocupación cuando se supo de manera pública que varios periodistas de medios privados a los que siempre defiende y se solidariza, fueron informantes de la Embajada de Estados Unidos, según los Wikileaks.

Según la SIP, Venezuela, Ecuador, Argentina, Bolivia y Nicaragua son países en los que los periodistas y medios independientes sufren un patrón de adversidades comunes a manos de presidentes que buscan acallar a la prensa crítica.

Este argumento explica claramente por qué reitera cada cierto tiempo en sus publicaciones su preocupación y solidaridad cuando de medios privados se trata, pero omite y censura la información cuando afecta a la lógica impuesta por el sistema capitalista y sus inequívocas armas. SD/ElCiudadano