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Colombia se “raja” en la implementación del Plan de Acción Laboral con E.U.

Jul 25, 2012


“Aunque el gobierno de Colombia ha realizado importantes esfuerzos para reducir el poder de los grupos armados, modernizar la economía y atraer la inversión extranjera, los progresos son mínimos en materia de las necesidades de los trabajadores y los sindicatos”, es una de las conclusiones del informe-balance presentado hoy en Washington por la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO),  sobre la implementación del Plan de Acción Laboral suscrito por los gobiernos  de Colombia y Estados Unidos para la entrada en vigencia del TLC entre los dos países.


Como se sabe, conjuntamente con otras organizaciones de derechos humanos y laborales en Colombia, la AFL-CIO, la central sindical más importante de Estados Unidos, ha estado monitoreando el cumplimiento y progreso del Plan de Acción, y con esa mirada señaló que aunque ya no se considere “un Estado fallido”, Colombia continua siendo el lugar más peligroso del mundo para los sindicalistas.


Afirma que de acuerdo con la Confederación Sindical Internacional (CSI), aproximadamente 3.000 sindicalistas han sido asesinados desde 1986, y que la mayoría de los casos permanecen sin resolverse y gran parte de los perpetradores (quienes ordenaron el asesinato y quienes lo ejecutaron) permanecen en la impunidad.

Aunque el presidente Obama y el representante de comercio de los Estados Unidos, Ron Kirk, anunciaron el 15 de abril de 2012 que el gobierno colombiano había dado “importantes pasos para cumplir  con el Plan de Acción en Derechos Laborales”, y  a pesar de que el TLC entre Colombia y los Estados Unidos entrara en vigencia un mes después,  la AFL-CIO señaló que aún falta mucho trabajo para asegurar que en Colombia los trabajadores puedan ejercer sus derechos sin colocar su vida en riesgo.

“Si bien hoy se cuenta con nuevas leyes y directrices, el gobierno colombiano aún no ha logrado demostrar su implementación exitosa”, afirma la AFL-CIO, y agrega:

“Mientras hay buenas noticias frente a la protección de trabajadores por la Unidad Nueva de Protección (UNP) y cambios  en las formas de contratación indirecta a empleos formales en los hipermercados como Éxito, Carrefour y la textilera Fabricato, estos cambios aún no logran penetrar la cultura general empresarial de violaciones de los derechos laborales y sus efectos son muy mínimos en el mercado de trabajo. A muchos trabajadores aun se les niega sus derechos”.

Las más notables violaciones

La AFL-CIO señala en su informe que los trabajadores en todos los sectores económicos, incluidos los cinco sectores considerados prioritarios en el Plan de Acción  (palma, azúcar, minas, flores y puertos) continúan viviendo violaciones sus derechos laborales, y menciona como las más notables:

Formas irregulares  de contratación (por medio de CTA y  otras formas camufladas de subcontratación) que impiden que los trabajadores puedan ejercer sus derechos de libre asociación y negociación colectiva.

Unilateral determinación del salario y otros beneficios impuestos por empleadores para disuadir a los trabajadores de afiliarse a un sindicato (pactos colectivos).

Salarios bajos y condiciones precarias de trabajo por no poder organizarse sindicalmente y negociar colectivamente.

Amenazas de muerte y violencias contra los trabajadores y sus familias por tratar de ejercer los derechos que el Plan de Acción tiene como objetivo.

Sobre el Ministerio de Trabajo

Sobre el papel del Ministro de Trabajo, Rafael Pardo, el informe señala:

“Él ha sido claro con su sólido compromiso para cambiar esta situación. Sin embargo, él no puede  realizar los innumerables cambios de un día para otro y sin ayuda. Los esfuerzos para modernizar la manera en la cual las relaciones laborales son tratadas en la economía colombiana será un proceso largo, e incluirá diferentes pasos hasta que se logre instalar una cultura de respecto por los derechos laborales. Es por eso, que la AFL-CIO y sus contrapartes colombianos, la CUT, la CTC y la CGT, se opusieron a la afirmación de que el Plan de Acción había  progresado suficientemente  para poder permitir que el TLC entrara en vigencia”.

“Este Ministerio ha sido creado y el Ministro Pardo ha hecho algunas declaraciones  y cambios iniciales positivos. Adicionalmente, se ha nombrado un nuevo director de los inspectores de trabajo quien está mostrando liderazgo y aprovechando  su mandato para eliminar formas de tercerización laboral ilegal. No obstante, de acuerdo con los sindicalistas colombianos, el Ministerio está infestado de corrupción y de personal que se dedica a manejar la cartera como en ´tiempos viejos´. Falta impulsar una nueva cultura estructural dentro del Ministerio y ése esfuerzo requerirá más tiempo”.

“De acuerdo con trabajadores colombianos la aplicación de las nuevas leyes, hasta la fecha, ha sido simbólica, no sistemática. Aunque el Ministerio ha aplicado algunas multas de sumas considerables a empresas violadoras de las nuevas leyes, y estas multas han sido de conocimiento público, no se ha logrado proponer cambios estructurales en términos del comportamiento empresarial con respecto a las garantías que debe dar para el libre ejercicio de los derechos laborales de los trabajadores colombianos. El Ministerio debe dedicarse e instalar una política oficial que asegure que las leyes laborales serán cumplidas todo el tiempo y en todos los sectores económicos. Además debe desarrollar un plan sistemático para asegurar que todos los lugares de trabajo en el país cumplen con las leyes laborales.

“La AFL-CIO entiende que no todos los inspectores laborales nuevos han sido capacitados en los procedimientos nuevos que protegerán mejor a los derechos laborales. Recomienda que el Ministerio de Trabajo haga informes públicos regulares sobre el trabajo de sus inspectores laborales, además sobre la ubicación y enfoque de estos inspectores, para que los sindicatos colombianos puedan monitorear mejor, y en tiempo real, las acciones de estos inspectores, tanto de su contratación, su capacitación y sus inspecciones laborales de manera sistemática”.

Es pronto para declarar exitoso el Plan

Tras la evaluación de las evidencias presentadas por los trabajadores y sus sindicatos, las discusiones con importantes agencias en los dos países, y la información  suministrada por organizaciones de la sociedad civil, la AFL-CIO concluye que es demasiado pronto para declarar como exitoso el Plan de Acción.  Es tiempo para dedicar mayor atención, esfuerzos y recursos para garantizar los derechos laborales en Colombia  con el fin de evitar enviar un mensaje a los trabajadores, quienes están ahora desamparados porque el TLC entró en vigencia.

“Los trabajadores colombianos continúan enfrentando graves obstáculos en sus trabajos para mejorar sus vidas. Retirar prematuramente la vigilancia del gobierno estadounidense podría no sólo ocasionar retrocesos en los progresos realizados, sino que la violencia se podrá incrementar contra aquellos que continúan como líderes activos en sus comunidades. Los trabajadores han señalado un incremento en la violencia y amenazas de muerte desde la entrada en vigencia del TLC”, agrega en su informe la principal central sindical de E.U.

“La AFL-CIO  exige del gobierno estadunidense y a todas las partes interesadas redoblar los esfuerzos para promover los derechos laborales y proteger y defender los derechos humanos y laborales en Colombia. El Plan de Acción  requerirá  no solo un año de implementación, sino varios años para implantar y transformar una cultura  que durante largo tiempo  ha estado atravesada por la violencia, represión y violaciones a los derechos laborales de los trabajadores”.

Coincide con la visión de la ENS

El balance de AFL-CIO sobre la implementación del Plan de Acción Laboral suscrito por los gobiernos  de Colombia y Estados Unidos, coincide en sus ejes centrales con el análisis hecho por la Escuela Nacional Sindical (ENS) en torno a este mismo asunto.

“A pesar de que el Gobierno afirma que Colombia ha cumplido con todos los compromisos asumidos, la realidad señala que eso no es del todo cierto. De las 37 medidas a las que se comprometió, al menos 9 no se han adoptado, y de las 28 que se han adoptado, varias se pueden calificar como parciales e insuficientes. Persisten preocupantes situaciones de ataque a los sindicalistas y restricciones al derecho de asociación… Por eso consideramos que no es serio y responsable con el país y con los trabajadores afirmar que el Plan de Acción se ha cumplido, como también decimos que es necesario realizar un balance público sobre el mismo, a fin de mejorar su implementación”.

Sobre el tema de la intermediación laboral, por ejemplo, la ENS afirma que las medidas tomadas por el gobierno colombiano no corresponden a las nuevas formas de intermediación laboral. “Aplicar regulaciones legales para terminar con la intermediación de las CTA no es suficiente para controlar el comportamiento de las empresas que rápidamente adaptan sus estrategias para poder seguir con la violación de los derechos laborales. La intermediación laboral ha tomado nuevas formas (SAS, contratos sindicales, etc.), pero no ha habido una respuesta adecuada de parte de los inspectores laborales. Ellos deben ser más eficientes y ser capaces de estar al tanto de las nuevas realidades laborales y contractuales para asegurar que sus sanciones y decisiones generan cambios reales”.