DECLARACIÓN POLÍTICA
Bogotá, 13 de noviembre de 2015
III CONGRESO EXTRAORDINARIO CUT
POR PAZ, SOBERANÍA, DEMOCRACIA Y DERECHOS LABORALES
La crisis capitalista, la más profunda desde la Gran Depresión de 1929 y de la cual aún no se sale, viene siendo descargada sobre naciones, pueblo, trabajadores y trabajadoras. La ofensiva, que es impulsada desde las grandes potencias encabezadas por Estados Unidos y la Unión Europea, ha ahondado la desigualdad y ha desatado diversas conflagraciones, especialmente en Medio Oriente y Asia, donde repican tambores de guerra y se ha provocado la migración de cientos de miles de personas en las más penosas situaciones.
Los graves conflictos que sacuden el planeta son causa directa de dicha explotación y agresión expresada en la reprimarización de nuestra economía, el extractivismo depredador, expropiaciones, golpe a los sectores productivos, papel dominante del capital financiero y el imperio de las multinacionales . Por eso nos oponemos a la violencia económica y política y a las guerras de intervención en Palestina, Ucrania, Libia, Afganistán, Irak, Siria, Irán. Igualmente, rechazamos el proceso de desestabilización contra el gobierno de Venezuela y todo tipo de intromisión en los asuntos internos de las demás naciones desatados por los EE.UU y demás potencias imperialistas, aún en contra inclusive de las economías emergentes como los BRICS.
Sin embargo, frente a todas estas agresivas políticas, hay que destacar la lucha que desde el campo democrático, progresista y de la izquierda, se vienen desarrollando por diversos sectores que en el mundo luchan contra estas regresivas expresiones, tales como en Europa se resalta la resistencia de pueblos de Grecia, Italia, Portugal y España, entre otros.
Así́ mismo, los procesos en América del sur de gobiernos democráticos, progresistas y de izquierda que han venido teniendo arremetidas muy fuertes, tanto de los Estados Unidos como de las posiciones neoliberales y ultraderechistas. Abogamos por la consolidación de los actuales gobiernos de Uruguay, Brasil, Bolivia y los que sin lugar a dudas este año tienen procesos electorales como en Venezuela, Ecuador y Argentina.
Desde su fundación la CUT ha reclamado y demandado solución política negociada al conflicto armado y por tal motivo hemos respaldado el proceso de diálogos y de paz en la Habana entre el gobierno y la guerrilla de las FARC y solicitado se amplíe a una mesa de negociación con el ELN y EPL. Desarrollando la política que en esta materia trazó el VI congreso manifestamos:
Hoy se avizora que en menos de seis meses podría concretarse un acuerdo de paz. La CUT celebra dichos anuncios convencidos que en esa nueva situación de los post acuerdos, los trabajadores y la población podremos adelantar con más vigor la movilización que en medio de la resistencia civil permita mejorar las condiciones de vida digna, como también las garantías laborales y los derechos democráticos.
Reafirmamos nuestro compromiso con los acuerdos de paz y su refrendación en el entendido que le sirvan a la nación, el pueblo y la clase trabajadora como también abogamos por el cumplimiento y desarrollo de los acuerdos que en sus distintas etapas se establezcan y las acciones que conlleven a los acuerdos definitivos.
La paz no es solo el silencio de las armas, es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento, es un valor esencial de la sociedad y fundamento del Estado y las instituciones públicas. Como parte integral de la lucha por la paz, exigimos que cesen las amenazas, atentados y asesinatos a los dirigentes sindicales y a los derechos de los trabajadores, se garantice en la práctica la reparación individual de las víctimas y se de paso a la reparación colectiva del movimiento sindical, entre otros.
Frente a la grave crisis económica que sacude a nuestro país, la CUT reafirma la oposición y los criterios de la lucha contra el mandato neoliberal de Juan Manuel Santos y del gran capital. Como en el resto del mundo, la aplicación de la política neoliberal de libre comercio y privatizaciones, sólo ha beneficiado a las grandes potencias, en especial, al imperialismo norteamericano. El gran capital financiero y las multinacionales, someten a la expoliación de las riquezas naturales de las naciones, al igual que exprimen sin consideración alguna a naciones enteras y a sus pobladores violentando los derechos laborales y las libertades sindicales.
Los resultados concretos de los últimos cinco años del gobierno de Juan Manuel Santos en nuestro país, en los cuales se registró el mayor volumen de comercio exterior de toda la historia, saltan a la vista. La balanza comercial y la cuenta corriente se hicieron deficitarias; se agudizó el déficit del gobierno central, se incrementaron la deuda y la inversión extranjera directa; entre tanto, se contrajo la agricultura y, en mayor medida, la industria, con su saldo de desempleo y pobreza para el país. Aun así́, el gobierno insiste en las bondades del libre comercio y la importancia de los TLC firmados y de los que están en proceso de negociación o ratificación.
Nuestra realidad económica, social y laboral, caracterizada por la quiebra del sector productivo nacional y el predominio de las multinacionales, el mayor desempleo y desigualdad en América Latina, una informalidad laboral del 70%, la ausencia de una política de trabajo decente, la salud privatizada y el fin de las pensiones, los empleos precarios y los bajos ingresos, acompañado todo de una violencia antisindical que no para y una impunidad del 98% que sirve de amparo a las fuerzas de ultraderecha y con una afiliación sindical de menos del 4%, es un cuadro que corresponde al mayor desafío que ha enfrentado en toda su historia el movimiento obrero y que a la CUT, en particular, la obliga a fortalecer su protagonismo social y político, junto con el resto de fuerzas democráticas.
Los resultados del pasado 25 de octubre, en su contexto general, si bien no fortalecieron la fuerza ultraderechista del uribismo, sí se consolidó la fuerza de la Unidad Nacional del gobierno apoyado en las peores formas de corrupción, clientelismo y politiquería para afianzar su política neoliberal. La izquierda en general no alcanzó la Alcaldía de Bogotá, derivado de la amplísima campaña de descrédito de las tres últimas administraciones que han tenido la ciudad por parte del establecimiento y sus medios masivos de comunicación. Por esta razón tiene como reto frente a sus resultados, perseverar en procesos de unidad que conduzcan a un nuevo modelo de desarrollo, soberano, antimperialista y anti-neoliberal.
En este contexto, este Congreso ratifica la agenda laboral presentada al gobierno y al empresariado, a saber:
- Libertades democráticas (derecho de asociación, negociación y huelga) y cese de la violencia contra los líderes y las organizaciones sindicales.
- Restablecimiento pleno de derechos y condiciones de trabajo digno.
- Reparación colectiva al movimiento sindical y construcción de la Mesa de Alto Nivel para la Reparación.
- Pronta y oportuna atención a los conflictos laborales y sindicales.
- Una política salarial progresiva para el salario mínimo y los demás trabajadores del sector público y privado.
- Inspección laboral oportuna y eficaz.
- Expedición del Estatuto del Trabajo en los términos contemplados en la C.N.
- La CUT mantendrá su posición de rescatar el derecho de negociación y huelga, que hoy empresarios y gobierno pretenden liquidar en la OIT.
- Cumplimiento de los acuerdos sobre exoneración del 8% de la cotización de salud, el restablecimiento del recargo nocturno, dominicales, festivos y la formalización laboral en el Estado.
- Lucha por la formalización laboral y contra toda forma de intermediación o tercerización.
- Erradicar de la legislación nacional el contrato colectivo y del contrato sindical.
- Reglamentación de la negociación colectiva del sector público que garantice la huelga y la firma de convenciones colectivas.
Para la consolidación de esta agenda laboral, la CUT, con el resto del movimiento obrero y con todas las organizaciones sociales y políticas, promoverá la más amplia movilización, que nos permita incidir frente al gobierno y los empresarios en nuestras exigencias y que logren transformaciones democráticas y soberanas en el país.De igual manera instamos al Consejo Gremial y al gobierno nacional a realizar un amplio debate nacional acerca
La CUT fortalecerá sus relaciones con las diferentes organizaciones internacionales de los trabajadores, enarbolando las banderas del internacionalismo y la solidaridad de clase, en concordancia con la declaración de política internacional aprobada en el VI congreso.
La CUT ratifica el compromiso de continuar la lucha por la defensa del empleo y de la producción nacional; por un modelo de desarrollo alternativo frente a la globalización neoliberal, los tratados de libre comercio y las imposiciones de la OCDE. Por tanto, la lucha contra el Plan Nacional de Desarrollo es una tarea de primer orden en la agenda de la CUT y sus sindicatos. En ese marco impulsaremos la movilización por la defensa de nuestras reivindicaciones, apoyaremos las luchas estudiantiles, campesinas, sectores de la producción nacional y en general de todos los sectores populares. En el marco de la movilización hemos de destacar la amplísima movilización realizada por el sector de estatales alrededor de su pliego unificado y muy especialmente, la trascendental el paro nacional indefinido realizado por los maestros de Colombia, a través de sus organizaciones sindicales y la Federación Colombina de Trabajadores de la Educación, FECODE, que lograron avances importantes de los estatales y el magisterio Colombiano, para lo cual hay que exigir al Gobierno su cumplimiento.
Movilización por la paz, movilización contra el mandato neoliberal de Juan Manuel Santos, fortalecimiento de nuestra Central y exigencia del pleno ejercicio del derecho a la huelga, a la Asociación y Negociación Colectiva, son nuestros compromisos, sumados a una vigorosa política de crecimiento.
Este compromiso involucra la vinculación de los jóvenes y las mujeres trabajadoras, sectores en los que se evidencia con mayor dureza la política neoliberalcon altísimos niveles de sobreexplotación, desempleo, bajos salarios, tercerización e informalidad por los cuales se les debe priorizar además en las campañas de afiliación sindical y medidas positivas para su accionar y vinculación a las instancias de la central y trámite de sus principales reivindicaciones en los pliegos y negociación colectiva.
Situaciones de actualidad como la negociación del salario mínimo, el alza en las tarifas de la energía y los anuncios de reforma pensional serán abordados en sendas resoluciones que este congreso autoriza al comité ejecutivo para expedirlas, las cuales llamarán a las movilizaciones que sean necesarias para enfrentarlas, entre ellas realizar grandes concentraciones y movilizaciones el próximo 26 de Noviembre en todo el país.
Finalmente el congreso exige la libertad inmediata del compañero HUBERT BALLESTEROS miembro del Comité́ Ejecutivo Nacional de la CUT, de Feliciano Valencia, dirigente indígena, Miguel Angel Beltran, dirigente de ASPU y de todos los dirigentes sindicales y sociales detenidos para lo cual demandamos del Ministerio de Justicia la agilización de sus procesos judiciales y plenas garantías procesales.
LUIS ALEJANDRO PEDRAZA FABIO ARIAS GIRALDO
Presidente Secretario General