Un edificio de seis pisos con paredes azuladas y 36 habitaciones, conocido como ‘La Mansión’, funcionó durante años como epicentro de una organización criminal dedicada al microtráfico de drogas y la explotación infantil en el centro de Bogotá.
Según los informes de la Policía Metropolitana de Bogotá, esta edificación servía como centro de producción y distribución de sustancias estupefacientes, liderada por la banda conocida como ‘Los Amarillos’. La estructura criminal no solo comercializaba marihuana, cocaína y bazuco en pequeñas dosis, sino que también instrumentalizaba a niños, quienes eran obligados a vender las drogas bajo amenazas y brutales castigos.
Tortura y explotación infantil
Las investigaciones revelaron que menores de entre 12 y 15 años eran forzados a distribuir los estupefacientes en sectores aledaños al centro de la capital. Si no cumplían con las metas de ventas impuestas por los cabecillas, sufrían terribles represalias. Los testimonios recabados indican que los menores eran sometidos a golpizas o incluso privados de alimentación como métodos de tortura dentro de ‘La Mansión’.
Según fuentes policiales, algunos niños eran llevados al lugar por sus propios padres, quienes los obligaban a participar en esta red delictiva. En varias de las habitaciones, delincuentes empaquetaban las drogas para su posterior distribución, mientras otras eran subarrendadas para el consumo de los mismos estupefacientes, sin importar la presencia de menores de tan solo tres años en el entorno.
Golpe policial a ‘La Mansión’
En un operativo sin precedentes, agentes de la Sijín de la Policía Metropolitana lograron infiltrarse y acceder al interior del edificio, superando las barreras de puertas de acero instaladas para dificultar su ingreso. La redada dejó como saldo la captura de nueve miembros de la organización, incluidos sus principales líderes.
Entre los capturados se encuentra alias ‘La Mona’, señalada como la jefa financiera de ‘Los Amarillos’. Durante el operativo, las autoridades incautaron 2.346 papeletas de clorhidrato de cocaína, 360.000 pesos en efectivo y varios teléfonos móviles utilizados por los delincuentes para coordinar sus actividades ilícitas.
Un clamor por la protección infantil
La general Sandra Hernández, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, expresó que esta intervención es un paso crucial en la lucha contra el microtráfico y la violencia hacia la infancia. “No podemos permitir que los niños sean utilizados como herramientas para el crimen. Este operativo busca devolverles su dignidad y demostrar que estamos comprometidos con su protección”, enfatizó.
La caída de ‘La Mansión’ representa un duro golpe para ‘Los Amarillos’, aunque el panorama exige atención y apoyo integral para los menores víctimas de este entramado criminal. Las autoridades continúan investigando otras posibles sedes de la red y trabajan en estrategias para prevenir la reincidencia de estos delitos.