Por: Víctor Carrero
En la noche del 21 de diciembre de 2020, partió José Mardoqueo Martínez Abril, un gran hombre y excelente líder social, a la eternidad. Líder social de los servicios públicos domiciliarios por más de 20 años, fue también líder sindical del sector bancario; lo conocí hacia 1974, en el desaparecido Bancoquia (Banco comercial antioqueño).
Líder comunal de la Localidad de Fontibón, siempre comprometido con los intereses populares, participó varias veces como miembro de la Junta Directiva de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá -EAAB-, sus posturas frente a las propuestas privatizadoras de alcaldes y gerentes fue la defensa de la función social del Estado, como se consignó en los documentos y actas de la junta de la Empresa pública.
Por más de 20 años nos acompañó en las actividades de los vocales de control social, siempre polémico, “no comía entero”, siempre buscando (tercamente a veces) afianzar sus criterios y posiciones frente a los temas del bien común.
Recuerdo que tuvo la capacidad de leer objetivamente la realidad de la EAAB. En los espacios de los vocales de control, avizoraba problemas y amenazas al patrimonio público y frentero siempre en la defensa del carácter estatal que deben conservar las empresas de servicios públicos domiciliarios, así lo vi ante las comisiones de regulación, en reuniones institucionales, siempre con la frente en alto.
Junto al apreciado Orlando González (Q.E.P.D.) y un pequeño ejército de vocales, coadyuvaron la demanda del Río Bogotá, mucho tiempo se dedicó a esta labor; estaba siempre en las reuniones, audiencias, foros y espacios de debate, era costumbre vital la presencia del compañero Martínez, extrañaremos siempre su presencia y la certeza y convencimiento de lo que pensaba.
Su responsabilidad frente a los temas y tareas que se le encomendaron, nos dieron certeza de transparencia, honradez, honestidad y desinterés por lo individual en los cargos en la Junta Directiva de la EAAB, esas siempre fueron las características del líder Mardoqueo, en representación de los usuarios, nunca canjeo sus principios y defendió con denuedo nuestros derechos colectivos, le puso corazón y el alma a su trabajo y compromiso social.
Como excelente ser humano, siempre le preocupaban la situación de los compañeros, su salud, su situación económica, estaba en las buenas y en las malas, sin reparar en nada, gracias Mardoqueo por su vida y obra, nos hará falta su presencia y donde quiera que estemos.