Este 24 de abril de 2017, el Alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa ordenó el desalojo a la fuerza bárbara de más de 1.500 familias que vivián en el jarillón del río Bogotá, en la Localidad de Suba, más exactamente en la ronda del río cerca de la urbanización Fontanar, al lado del barrio Bilbao al noroccidente de la capital de Colombia.
La actuación de las autoridades fue desproporcionada. Extrañamente iniciaron un incendio de las humildes viviendas; madres cabeza de familia, niños y ancianos gritaban de tristeza y pesar; el fuego se alzó a metros sobre las “casitas de cartón” gritaban que no tenían a donde vivir. Hoy ellas, ellos, hombres, mujeres, adultos mayores, mujeres y niños debieron dormir en las aceras y no tienen a donde ir. Ellos al igual que los expulsados del Bronx irán a parar a las orillas de los “caños” ríos dentro de la ciudad y seguranmente con la misma suerte, morir ahogados.
Y es que las personas más humildes excluidas y sin empleo se ubican en esos sitios, allí encuentran un lugar donde vivir a falta de programas de vivienda social, por que la tierra se le sigue entregando a las inmobiliarias las mismas que financiaron la campaña del Alcalde Mayor.
La actitud elitista de funcionarios públicos, iniciando por el Alcalde Mayor y del smad se asimila al ataque que el mismo smad propinó contra la población con discapacidad que protestaba por la disminución del 50% de los subsidios de transporte y de alimentación.
Frente al desalojo es de precisar que no se trataba de una persecución a criminales, no se trataba de un operativo a tierreros, no se vió al CTI; pero rcn, caracol y otros medios comerciales que reciben millones en pautas impusieron la idea de que allí solo vivian bandoleros, todo para tapar a ultranza las actitudes dictatoriales del Alcalde Peñalosa. Pero, lo más lamentable es que las mayorías de los partidos y sus voceros en el Concejo que respaldan al Alcalde no pasan de llamar la atención y justificar las actuaciones del mandatario al igual que lo hacen los medios; “que eran invasiones y había que sacarlos a la fuerza, por que allí vivían narcotraficantes”
No hubo eliminación de ningun cartel, nada de eso. Era un proceso de desalojo que rompió todos los protocolos previos y el cuidado que se debia tener.
Se está sometiendo a la ciudad de Bogotá a una visión dictatorial y de privilegio del marmol sobre la vida de la gente. Se precisa que en el Plan de Desarrollo anterior destinó más de $90 mil millones de pesos para la reubicación de 5.000 familias y ahora aparece solo recursos para reubicar 250 familias.
Los más humildes se unen, las mayorias de desempleados se unen, los afectados por los aumentos del predial se unen, la población con discapacidad se une, los estratso 1, 2 y 3 a quienes les han eliminado se unen, los más de 40 mil despedidos y sus familias se unen, los desalojados se unen, los afectados por las medidas contra el aumento se unen, los afectados por la privatización en marcha de ETB, EEB se unen. La ciudad y su gente se ha unido contra las políticas antisociables del Alcalde de Bogotá.
Bogotá Social medio comunitario alternativo e independiente, adelantará una encuesta sobre la imágen del Alcalde Enrique Peñalosa (@bogota_social, https://www.facebook.com/BogotaSocial/)
Esperemos los resultados pero muy seguramente al gobernante ilégitimo no le queda ni el 15% de popularidad.
Bogotá requiere un Alcalde que se sintonice con la ciudad y con su gente no un bárbaro, no más de un gerente que ataca a las mayorías desprotegidas.
La gente tiene la palabra y las calles.
(Agradecimientos a la Emisora la Norte, por las imágenes de video)