Se abre el mejor escenario para avanzar en un acuerdo de paz. El presidente Juan Manuel Santos apoyado por una amplia alianza de partidos políticos y fuerzas sociales le ha ganado el discurso de guerra y los diálogos continúan entre las FARC-EP y el gobierno nacional.
El conflicto armado que tiene origen en la desigualdad social y política y la inequitativa distribución de la riqueza y la tierra agraria en Colombia tiene origen desde los años 60. Desde que Juan Manuel Santos llega a la presidencia de Colombia en su primer mandato informa sobre la intención de hacer un proceso de negociación, es decir alcanzar la suspensión del conflicto armado, en su discurso de posesión se refirió, así:
“Al mismo tiempo quiero reiterar: La puerta del diálogo no está cerrada con llave. Yo aspiro, durante mi gobierno, a sembrar las bases de una verdadera reconciliación entre los colombianos. (…)A los grupos armados ilegales que invocan razones políticas y hoy hablan otra vez de diálogo y negociación, les digo que mi gobierno estará abierto a cualquier conversación que busque la erradicación de la violencia, y la construcción de una sociedad más próspera, equitativa y justa. Eso sí –insisto– sobre premisas inalterables: la renuncia a las armas, al secuestro, al narcotráfico, a la extorsión, a la intimidación”
Desde el 2012, se iniciaron unos diálogos entre las FARC y el gobierno y se establecieron los criterios para iniciar diálogos en Oslo- Noruega y la propuesta de desarrollar los diálogos en la Habana Cuba, de esa forma tener a Cuba y Noruega como países garantes y Chile y la hermana República Bolivariana de Venezuela como observadores.
Los primeros temas de la agenda que han avanzado son sobre la Política de Desarrollo Agrario y la Participación Política Incluyente, que se dieron en 2013, y en lo avanzado de 2014 el gobierno ha informado sobre los acuerdos en el tema de la Solución al Problema de las Drogas Ilícitas, siendo la primera vez en la historia que se logra acuerdo alguno sobre la sustitución de cultivos ilícitos, propiedad de la tierra y circunscripciones territoriales de paz, entre otros.
Falta un camino largo por recorrer, no existe la pedagogía social ni comunicacional y si bien el gobierno gasta millones para difundir el acuerdo de paz, los medios comerciales tradicionales mantienen una estrategia de desinformación lo cual nos lleva a proponer:
- El impulso de planes de paz que permita crear consejos locales, municipales y territoriales de paz.
- Avanzar en el dialogo para proponer unas leyes sobre el énfasis en la garantía de la participación ciudadana, la democratización del presupuesto nacional para que llegue a las regiones.
- Una ley de medios y de libertad de expresión.
- Continuar en los intentos de una reforma agraria.
- Avanzar en soluciones frente a la tierra urbana.
- Generar empleo e ingresos para la población.
Desde los medios comunitarios y alternativos y en especial desde Bogotá Social, medio alternativo seguir impulsado el proceso de paz y abriendo los espacios para las voces a favor de la convivencia. Hemos participado en los diferentes eventos nacionales e internacionales y desde los territorios seguimos dialogando con la población.