Un Awá ha caminado 800 kilómetros de Nariño a Bogotá, y recorrerá otros 1.200 hasta Riohacha, con su triciclo y su esperanza para denunciar el genocidio contra los pueblos indígenas, denunciar la injusticia y despertar conciencia en la gente para que haga valer sus derechos, exija la garantía de estos y la dignidad de sus vidas.
Según este joven abogado es la sociedad la encargada de protegerse de la tiranía del gobierno y de las atrocidades de los actores armados que orquestan el conflicto armado y que han dejado miles de indígenas asesinados y comunidades eternas desplazada, muchos desaparecidos y unos 40 pueblos indígenas en riesgo de exterminio.
Dice que se ha perdido la confianza en el gobierno y que éste solo sirve para reprimir a los pobres y a los menos favorecidos, destruyendo la dignidad del pueblo colombiano y despojando a los indígenas, afro y campesinos de su territorio. “En este sentido -dice el abogado indígena del pueblo Awá, Oscar Ortiz- considero prioritario hacer algo por mi pueblo y luchar contra la injusticia que agobia al pueblo colombiano para que se libere de ella mediante la exigencia de la garantía de sus derechos”.
Son 800 kilómetros recorridos en 35 días de fatigas, de lluvia, de sol, en los cuales ha logrado hablar con miles de personas para explicarles a la gente que tiene unos derechos y que debe exigir su goce efectivo, su marcha es contra la injusticia y para alentar a todos los habitantes del territorio que hay que exigirle al gobierno el respeto por la vida, la garantía de sus derechos y condiciones de vida digna. “La razón de ser, en una república conformada por un Estado, es asegurar la vida de sus
Integrantes” asegura Ortiz. Agrega que la INJUSTICIA es la culpable de los tratos crueles inhumanos y degradantes en Colombia y por ello dedicará buena parte de su vida y su causa a luchar contra ella.
Cuenta, Oscar, que han sido largas caminatas en los cuales ha recibido el cariño y la solidaridad de la mayoría de personas con quienes se ha cruzado en el camino. Por ejemplo en el Cauca los colectivos de comunicación como el Tejido de Comunicaciones ACIN, fueron los primeros en elogiar su trabajo y conversar con él sobre la realidad de los pueblos y la esperanza de este país agobiado por la guerra.
Algunas personas también le han mirado con desprecio e indiferencia, pues consideran su acción como un acto ridículo y de provocación “a la buena moral” del establecimiento colombiano. “Pero a eso salí, señala, a encontrarme con lo feo, con lo bonito, pero sobre todo a encontrarme con la gente maravillosa de este país, a decirle que despertemos y que hay que vencer la injusticia. Salí de mi territorio, de mi pueblo, a visitar nuestros ríos, nuestras montañas, nuestros bosques, nuestros recursos y a decirle a la gente el peligro que éstos atraviesan por la voracidad de las transnacionales y la complicidad feroz del gobierno que patrocina estos proyectos de destrucción para los indígenas y para todos los habitantes de este país… Resulta que ahora somos los miembros de la sociedad civil, quienes tenemos que protegernos del gobierno y de los actores armados en conflicto”, concluye con ironía. Lea el documento completo de propuesta.
Hoy viernes 19 de octubre en horas del mediodía, Ortiz, arribó a Bogotá, donde permanecerá una semana antes de emprender su viaje a la Guajira. La ONIC le recibió con gran regocijo. Ortiz espera el el respaldo de todas y todos… Invitamos a medios de comunicación que quieran hacer visible esta loable iniciativa por la paz…