por Rodrigo H. Acosta B.
(Secretario General Consejo Territorial de Planeación Distrital)
Es claro que el nuevo gobierno de Bogotá D.C. en cabeza de Samuel Moreno ha asumido la responsabilidad histórica de dar un salto cualitativo al estilo de gobierno con participación ciudadana que hasta ahora se ha adelantado sobre procesos específicos y en los niveles de información y máximo consulta hacia alcanzar un modelo de gestión pública participativa.
Este postulado sobre la forma de gobernar, comprometido en el discurso de posesión de Samuel, el 1º de enero de 2008, debe ser asumido por la amplia militancia y dirección del POLO DEMOCRATICO ALTERNATIVO, por las fuerzas políticas consecuentes y las organizaciones sociales, en la medida que además de blindarse el gobierno con la movilización social y la participación directa de la comunidad, se gobierna con la gente y para la gente y se facilita el alcance de los objetivos trazados en el programa de gobierno el cual deberá llevar a los cambios estructurales pero también a la oposición de quienes se han beneficiado históricamente de una gestión pública excluyente y controlada por los intereses privados.
La experiencia y el conocimiento adquirido de la ciudad después de 8 años de gestión en el Consejo Territorial de Planeación Distrital CTPD, me ha permitido diseñar un modelo para la construcción de la GESTION PUBLICA PARTICIPATIVA que presenté en los seminarios adelantados por el POLO los días 12 y 19 de enero de 2008, en los cuales subraye la necesidad de proceder a algunas acciones estratégicas.
Y es que hasta hoy, los niveles técnicos de la Administración Distrital, solo han establecido el cronograma para el proceso de formulación del PLAN DISTRITAL DE DESARROLLO 2008 – 2011, el cual enmarcado en el Acuerdo 12 de 1994, deberá estar listo a más tardar el día 29 de febrero de 2008 para que el Consejo Territorial de Planeación Distrital CTPD, adelante las consultas mediantes audiencias ciudadanas que se deberán realizar en el mes de marzo y culminar con la entrega de un concepto sobre el anteproyecto de plan de desarrollo. Es importante anotar que el actual Secretario Distrital de Planeación ha reivindicado la etapa de concertación que en el 2004 nos permitió producir cambios substanciales del proyecto en el redimensionamiento hacia lo social y los derechos humanos. Esta etapa de concertación de los vectores o ejes estratégicos del Plan Distrital de Desarrollo se realizará mediante reuniones debidamente calificadas entre el CTPD y la Administración Distrital en la primera quincena del mes de abril, ya que la radicación del proyecto de acuerdo se deberá hacer ante el Concejo de Bogotá antes de culminar éste mes.
Como es de observar no existe un valor agregado al proceso por cierto meritorio que logramos adelantar en el 2004, ya que si bien se da cumplimiento al Acuerdo 12 de 1994 y se reasume la etapa de concertación, la construcción de nuevo es de arriba hacia abajo y desarticulado del proceso de los Planes de Desarrollo Local. En este sentido se debería proceder con la mayor urgencia posible a integrar estrategias y esfuerzos entre la Secretaria Distrital de Planeación y la Secretaria de Gobierno que permita modificar los cronogramas para la formulación del PLAN DISTRITAL DE DESARROLLO Y LOS PLANES LOCALES DE DESARROLLO, estos últimos reglados por el acuerdo 13 del 2000, efectuando audiencias ciudadanas al menos entre los días 1 a 10 de marzo de 2008 que permitan alimentar desde las localidades el PLAN DISTRITAL DE DESARROLLO. Obsérvese que hasta ahora, el mayor esfuerzo publicitario se ha dado a favor de la participación en los encuentros ciudadanos que llevara a la definición de los planes locales que impactan tan sólo máximo el 5% del presupuesto de Bogotá.
No creo que sea suficiente el mes de marzo para adelantar consultas ciudadanas es preciso ampliar el tiempo de debate público, para lo cual la Administración Distrital debería hacer entrega del anteproyecto de PLAN DE DESARROLLO al Consejo Territorial a más tardar el 16 de febrero.
Por otro lado es preciso anotar que la participación como principio, derecho, deber y proceso se debe realizar no solo en la etapa de formulación del plan de desarrollo. También se debe establecer un proceso continuo de control social en su ejecución, y adelantar a fondo procesos de democratización económica de la contratación pública a objeto de que la ciudadanía, los microempresarios, las cooperativas y las organizaciones sociales puedan también ejecutar proyectos dejando atrás el monopolio de la contratación. Con el mismo ánimo como la Administración en gobiernos anteriores han financiado las reuniones y actividades de participación para la formulación del Plan y que ha sido entendido como la legalización de lo predeterminado, es preciso que el Estado Distrito Capital financie a fondo los nuevos instrumentos de control social que logramos crear en la Reforma Administrativa hoy acuerdo 257 de 2006.
Veamos: Se deberá diseñar y poner en marcha el SISTEMA DISTRITAL DE PARTICIPACION, éste compromiso del programa de gobierno del Alcalde Samuel, se deberá realizar conforme al mandato legal del Acuerdo 257, de común acuerdo entre Administración y Consejo Territorial; máxime que dicha iniciativa fue presentada por la Mesa Directiva del CTPD siendo acogido por el Concejo de Bogotá . Así entonces el Alcalde debería derogar el Decreto 488 de 2007 firmado por Luis Eduardo Garzón, por no haberse surtido el proceso establecido y porque tampoco se integraron los temas y actividades que estaban previstas.
Es preciso recordar que los acuerdos 12 y 13 sobre planeación en Bogotá, son obsoletos y desintegrados, el 12 es de 1994 y el 13 es del año 2000. Se debe producir una nueva legislación que nos permita integrar dichos procesos, establecer nuevos espacios y momentos de concertación y por otro lado anticiparnos al nuevo periodo que transcurriría desde el 2011. La tarea central entonces en este campo es la de diseñar un PROCESO DE PLANEACION INTEGRADO DENTRO DEL SISTEMA DISTRITAL DE PARTICIPACION, que oriente la planeación participativa, el presupuesto participativo, el sistema de indicadores de impacto social con respecto a la ejecución de programas, el control social y la democratización en la ejecución de los diversos proyectos. También se deberá acometer el ordenamiento del territorio en forma participativa, adelantar la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial POT, los Planes Maestros y los Planes parciales.
Se deberá profundizar la descentralización otorgándole mayor nivel de autonomía a las localidades y con mayor presupuesto, para ello considero necesario aumentar el número de localidades, asunto que se podría aprobar por el Concejo de Bogotá a iniciativa del alcalde como lo tiene previsto el D.L. 1421 “Estatuto Orgánico de Bogotá”. Obsérvese también el mismo decreto prevé como las Localidades tienen la oportunidad de aumentar la participación sobre el presupuesto Distrital ya que el Concejo también a iniciativa del Alcalde podrá aumentarla en un 2% sin que la misma supere el 20% de los ingresos corrientes del presupuesto.
Finalmente insisto, se debe rodear al nuevo gobierno de Bogotá con la acción política, con la movilización social y con el apoyo técnico. Tan solo consideremos los intereses poco altruistas que debemos enfrentar para adelantar la modificación al “Plan Centro”, la revisión de los contratos de los gestores privados de acueducto y alcantarillado, el fortalecimiento de ETB con supremacía de lo público, la modificación del esquema del “negocio” de Transmilenio, el modelo de implementación del Metro y la intervención de la tierra para resolver el enorme déficit de vivienda que supera las 500.000 unidades habitacionales.
Sino construimos un nuevo modelo de participación basado en LA GESTION PUBLICA PARTICIPATIVA con el entusiasta apoyo político y social, considero se deja al Alcalde y al nuevo gobierno a expensas de los acuerdos de gobernabilidad que no son suficientes para producir los cambios estructurales comprometidos por el POLO, a objeto de alcanzar la equidad social que clamamos los colombianos y que nos compromete en ser una opción de poder nacional. Por otro lado el Alcalde y su cuerpo administrativo deberán reconocer la supremacía del blindaje ciudadano para gobernar y la necesidad de hacer un gobierno de partido con el apoyo de las fuerzas políticas de la coalición.
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